lunes, 21 de marzo de 2016


¿SE PUEDE HEREDAR LA MALDAD?



Es normal verse al espejo y reconocer rasgos heredados de parientes directos. El color de los ojos, la forma de la nariz u orejas, el tono de la voz… las características físicas que se pueden recibir por vía genética son muchas. Pero, ¿es posible reflejar aspectos menos palpables? La frialdad de un abuelo, la violencia de un tío o incluso el hambre de sangre de un padre: ¿se puede heredar la maldad?
Aquí no se hace referencia al llamado gen del guerrero -una alteración cromosómica que puede volver a las personas hasta seis veces más violentas-, sino que la pregunta está dirigida a la presunta influencia que tiene la genética en el gusto por la violencia y los actos que se encuentran por fuera de lo socialmente admitido. En este punto es donde aparecen distintas posturas: una pugna entre aquellos que le dan valor a los aspectos heredados -natura- (lo que viene con nosotros, es decir, lo que por  naturaleza se hereda) y quienes consideran que lo aprendido a través del entorno -nurtura- (lo que adquirimos de la sociedad) tiene mayor peso. Veamos qué han dicho y dicen las voces calificadas.








TEORÍAS QUE SEÑALAN A LA MALDAD COMO RASGO HEREDITARIO.



Dr Cesare Lombroso



En 1870, el doctor italiano Cesare Lombroso, quien se basaba en aspectos netamente físicos para hacer las distinciones entre buenos y malos, consideraba que cualidades como “una gran mandíbula, cuencas oculares profundas y orejas en formas de manija” eran propias de “criminales, salvajes y simios”.
Ya en el siglo XX, los daneses comenzaron a apoyarse en la genética para evaluar esto con un poco más de seriedad: se desarrollaron diversos estudiosos sobre la criminalidad heredada comparando la vida de miles de gemelos y mellizos nacidos allí desde la década de 1930 en adelante. En líneas generales, estos trabajos, que han nutrido muchos libros de psicología social, indican que en Dinamarca si un gemelo comete un crimen o termina preso, el hermano tiene 50 por ciento de probabilidades de tomar el mismo camino. Para los mellizos, las posibilidades de que ambas partes se adjudiquen un problema con la ley varían entre un 15 y un 30 por ciento.
Para sumar otro hito a favor de la maldad como hereditaria, hace poco más de 20 años se propuso desde la Universidad de Nijmegen la existencia de un “gen de la agresión” tras estudiar durante cinco generaciones a varias familias de Holanda.




TEORÍAS QUE REFUTAN LA TEORÍA DE LA MALDAD HEREDADA.


Steven Russell Rose
Director del Grupo de Investigación del Cerebro y el Comportamiento de la
Universidad Abierta del Reino Unido.


Sin embargo, no todos apoyan a quienes creen que la violencia viaja a través de los genes. Steven Rose, investigador del cerebro de la Open University, considera “reduccionistas” a todos los exponentes de esta corriente. “Prestarle especial atención a la genética no solucionará aspectos de base más sensibles, como las 280 millones de armas que portan los ciudadanos en Estados Unidos”, apuntó el académico, que considera que la inteligencia y el carácter están muy influenciados por el entorno.




Terrie Moffitt
 Psicóloga clínico Estadounidense, conocida por su investigación pionera en el desarrollo del comportamiento antisocial.



En un tono un tanto más conciliador, Terrie Moffitt, científico especializado en el comportamiento que trabaja en la Duke University, opina que, si bien existen más de 100 estudios que evidencian el rol que desempeñan los genes en las diversas expresiones de criminalidad, la tendencia actual está en cruzar variables. “Hoy los casos de violencia más resonantes implican una combinación de factores sociales y biológicos”, destacó Moffitt.





FAMILIAS QUE DESAFIARON TODAS LAS TEORÍAS.



Más allá de lo que hayan revelado los estudios a lo largo de estas décadas, la realidad indica que existe una gran variedad de parientes que comparten el gusto por la maldad.

Aquí es donde aparecen casos como el de los hermanos  David y Bryan Freeman 




 Acusados del asesinato de sus padres y de su hermano de 11 años en Pensilvania, cuando tenían 16 y 17 años respectivamente- abandonaron sus creencias religiosas y torcieron el rumbo para unirse a un grupo neo-nazi y matar al resto de su familia sin razón aparente y con una frialdad incalculable.






Otro caso escalofriante fue la familia los  Bender eran de origen alemán y llegaron a Estados unidos en torno a 1870. Se establecieron en el condado de Labette (en Kansas), que tenía una taberna en la que asesinaba a sus clientes. 








Tampoco se queda atrás la historia de los gemelos Kray, quienes no dudaron en mantener negocios mafiosos, ofreciendo ‘protección’ a quien la necesitara, robando a mano armada y secuestrando, entre otros delitos.




Psicología Criminal vs Psicología Forense


Tipos de Criminales


domingo, 20 de marzo de 2016

La Psicología Criminal o Criminológica.



     
 

¿Quién es considerado el Padre de la Psicología Criminal?

 Johann Baptist Gustav Gross.


Es considerado el Padre de la Psicología Criminal.


     Hans Gross Hans Gross (también Johann Baptist Gustav Gross), considerado el “padre de la criminalística”, nació el 9 de diciembre de 1847 en Graz, ciudad austríaca caracterizada por una extraordinaria actividad académica universitaria. Ya siendo estudiante de derecho había hecho notar la ausencia de herramientas que aplicaran conocimientos científicos y prácticos para resolver las cuestiones criminales. Desarrolla métodos para el esclarecimiento de delitos. Revolucionó la investigación científica y su método científico, conocido bajo el nombre de escuela criminológica de Graz.  Criticaba la formación judicial en las universidades y abogaba por una ciencia positiva del crimen y que al estudio del delincuente acompañase el estudio del derecho normativo. Hans Gross, influido por el pensamiento biologista y determinista de su tiempo, dedicó toda su atención de los delincuentes y a la estructura del crimen.
Respecto al delincuente en 1829 Hans Gross habla de la corrección intelectual, desde un punto de partida, medico-legista. Por otro lado, concedía prioridad a las pruebas materiales, más seguras que las declaraciones del testigo.
        En 1912 se inauguró por fin el Real e Imperial Instituto de Criminología de la Universidad de Graz, único a escala mundial.
El Manual para jueces instructores (1893) se utiliza la por primera vez palabra Criminalística. En él, describía como “Criminalística” a ese cúmulo de conocimientos, auxiliares del derecho, que definía como “el análisis sistemático de las huellas dejadas por el culpable”, virando la metodología de la investigación del hecho a los datos que aportaban las evidencias físicas, mucho más confiable que el testimonio de testigos.

Esta metodología propuesta suponía conocimientos, por parte del juez, que eran de esperar en los médicos legistas y químicos forenses, pero también aportes originales, como el examen del lugar del hecho, de documentos, la búsqueda de huellas de todo tipo, etc., para lo cual también describió el “Bolso de la Comisión”, muy similar a los equipos modernos para el procesamiento de la escena del delito. Hans Gross, influido por el pensamiento biologista y determinista de su tiempo, dedicó toda su atención de los delincuentes y a la estructura del crimen.